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Estamos frente a la gran revolución del mundo moderno. Muchos cambios están ocurriendo frente a nuestros ojos sin que siquiera podamos percibirlos. Muy paulatinamente nos topamos con niños y jóvenes expertos en tecnología y todo lo que significa la era digital, alcanzando conocimientos comparables a 3 años de estudios de un "vejete" que con todas sus herramientas trata de mantenerse a la vanguardia de este nuevo mundo.

Si bien el cambio es grande en todas las áreas que conocemos, para los periodistas el desafío es mayor. Tópicos comunes, como la medicina o la arquitectura, aprovechan las nuevas tecnologías para mejorar sustancialmente sus actividades, pero para quienes viven de informar y comunicar, la nueva era los está dejando atrás.

En un mundo en el que cualquiera puede escribir, contar y publicar su historia, quienes tienen un título y viven de hacer esto, se topan con una competencia que crece día a día. La solución: aprovechar lo que se viene en pro de lo que tenemos.

¿Qué hacer cuándo millones de personas están contando lo mismo que tu, y abarcando un público que sin duda escogerá las nuevas plataformas de comunicación?

Claro está, utilizar las nuevas plataformas de comunicación y sacarles el máximo provecho. La comunicación tradicional basada en el cara a cara, papel, o medios audiovisuales, está siendo excluida por una amalgama de características comunes, reunidas en un solo lugar: Internet.

Para aquellos escépticos que aún creen que la red jamás reemplazara al papel o la tele, quiero decirles que ya lo está haciendo. Diarios electrónicos con millones de visitas, canales exclusivos de la red y programas radiales que pronto se podrán escuchar a través de una conexión wi-fi a gran escala, es el futuro. En este punto quiero detenerme, ya que este futuro tiene aristas diferentes para las 3 generaciones que actualmente conviven entre si.

En primer lugar nuestro padres y abuelos, quienes han debido actualizarse para poder mantenerse y entender a grandes rasgos lo que está pasando, pero son pocos los casos en los que la especialización se vuelve una realidad. La mayoría usa las nuevas tecnologías como una herramienta práctica para desarrollar varias de las actividades diarias, pero cuando surge algún problema, la escala de más abajo es quien entra a resolverlos.

El siguiente escalón tiene más facilidades y comprende bastante más lo que esta pasando con esta revolución tecnológica. Me refiero a los jóvenes de entre 18 y 30, que si bien no nacieron con todos los avances que existen actualmente, fueron conociéndolos paulatinamente y experimentando con ellos hasta adecuarlos como algo casi automático en sus vidas. Aún así jamás se compararan con los niños que vienen.

Estos niños, que nacieron con un control remoto en una mano y un computador en la otra, son los expertos natos en tecnología. Nos preguntaran asombrados por el modem telefónico y se reirán a carcajadas cuando piensen en los discman y personal estereos. Ellos conocerán el mundo a través de imágenes de 10 megapixeles y serán los testigos presénciales del reemplazo de los métodos tradicionales (papel, cuadernos, dvds, etcétera) por las nuevas tecnologías.